martes, 19 de junio de 2018

La séptima función del lenguaje

  
    Simón ve que la joven morena con cara de princesa cartaginesa llega en ese momento con dos amigas, la asiática bajita y la egipcia alta. Un estudiante grita: "¡Cordélia!" La princesa cartaginesa se da la vuelta. Abrazos, efusiones, el estudiante corre a buscarle un gin-tonic. Judith les dice a Bayard y a Simón, aunque este no la está escuchando: "Se comprende el poder a partir del esquema del poder divino de nombrar, según el cual emitir un enunciado vuelve a crear otra vez ese enunciado". Foucault sube del sótano con Hèléne Cixous,  echa mano a un Malibú con naranja y desaparece por algún piso. Judith aprovecha para citar a Foucault: "El discurso no es la vida, su tiempo no es el nuestro". Bayard asiente. Unos chicos se juntan con Cordélia y sus amigas, al parecer muy populares. Judith cita a Lacant, quien habría dicho en alguna parte: "El nombre es el tiempo del objeto"
Laurent Binet, La séptima función del lenguaje
Traducción de Adolfo  García Ortega
Seix Barral, Barcelona 2016, página 318

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