viernes, 7 de marzo de 2014

"Vivir libre, como la propia imagen reflejada en el espejo". Montaigne en el espejo de Zweig.

En general, en la primera versión de los Essais, la que menos dice de su persona, es en realidad la que más dice. Es el Montaigne auténtico, el Montaigne de la torre, el hombre que se busca a sí mismo. En ella hay más libertad, más sinceridad. Ni el más sabio escapa a la tentación. Primero quiere conocerse; después, mostrase como es. 
[pág 66]


El único error, el único crimen es querer encerrar la diversidad del mundo en doctrinas y sistemas, apartar a otros hombres de su libre albedrío, de lo que realmente quieren, y obligarles  a querer algo que no está en ellos. 
[pág 80]

Solo la distancia exterior hace posible la interior: "Tan pronto como salgo de casa, me despojo de todos estos pensamientos. Y si entonces en casa se derrumbara una torre, lo sentiría menos que si ahora cayera una tabla del techo" Quien se limita a un lugar pequeño, cae en la estrechez. Todo es relativo. Montaigne repite sin cesar que lo que llamamos preocupación no tiene un peso específico, sino que nosotros lo aumentamos o disminuimos. 
 [pág 87]

"En la casa, en el estudio, en la caza y en cualquier otro ejercicio, hemos de entregarnos hasta los últimos límites del placer, y evitar comprometernos más allá, donde el dolor empieza a intervenir". No hay que dejarse llevar por el sentimiento del deber, por la pasión o por la ambición más allá de donde uno quería y quiere ir, hay que comprobar sin descanso el valor de las cosas, no sobrevalorarlas, y acabar cuando acaba el placer. No convertirse en esclavo, ser libre. 
 [ pág 78]

 "La suprema felicidad del pensador es 
haber explorado lo explorable y venerar
serenamente  lo  inexplorable"                
GOETHE
Máximas y reflexiones
[pág 59]

Stefan Zweig, Montaigne, Ed. Acantilado

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